Incluimos en este grupo diversos concentrados obtenidos mediante complejos procesos que encarecen en gran medida su coste pero que permiten una mejora en su utlización en alimentación humana y en piensos de primeras edades. En alimentación animal son fuentes alternativas a las proteínas de origen animal siendo frecuente su inclusión en lactoremplazantes y en piensos de iniciación de lechones y terneros. Las fuentes vegetales alternativas a la proteína láctea más utilizadas proceden de la soja, guisante, patata, trigo y arroz.
Levadura de cerveza
La levadura de cervecería (Saccharomyces cerevisiae L.) es un co-producto deshidratado de alta calidad, cuyo principal destino es la alimentación humana. Procede de la separación de la cerveza después de la fermentación de la malta. Una vez finalizada la fermentación, las levaduras son aisladas por centrifugación y secadas por atomización mediante el proceso conocido como “spray-dried”. Puede comercializarse también en forma húmeda y prensada, en cuyo caso las levaduras mantienen todavía su actividad biológica. Las levaduras tienen un elevado contenido en proteína (46%) de alta digestibilidad, así como un adecuado perfil de aminoácidos esenciales (especialmente lisina y treonina), por lo que constituye una buena fuente proteica para piensos de lechones, aves jóvenes, terneros lactantes, acuicultura y animales de compañía. Tiene un contenido apreciable en fibra soluble, así como pequeñas cantidades de FND, almidón y azúcares como residuos del grano de cebada fermentado. Es una buena fuente de vitaminas del grupo B, en especial biotina y ácido fólico, y tiene un elevado contenido en fósforo pero bajo en calcio.
A pesar de su sabor amargo, por la presencia de restos de lúpulo, la levadura tiene una elevada palatabilidad en todas las especies. Se ha descrito que la adición de levaduras vivas a la ración de vacas de leche promueve el crecimiento de bacterias fibrolíticas y la digestión de la fibra, reduce la concentración ruminal de lactato (y ayuda a controlar el pH) y estimula el consumo de materia seca, especialmente en animales de alta producción. Algunos autores les atribuyen un potencial efecto probiótico en monogástricos jóvenes que podría estar relacionado con la presencia (5%) de manano-oligosacáridos (MOS) en este ingrediente, localizados en la pared celular de la levadura.