Se obtiene en el fraccionamiento del grano de maíz por vía húmeda. En este proceso se separa en primer lugar la parte soluble (corn steep) y posteriormente se divide por centrifugación en almidón y gluten. Este último contiene la mayor parte de la proteína del endospermo del grano (zeína), junto con pequeñas cantidades de fibra y almidón, no purificadas en el proceso. El gluten 60 es un concentrado de proteína altamente digestible en todas las especies animales (>90%). El nivel medio de proteína en muestras analizadas en España (n=118) es de un 60%, con un rango comprendido entre un 53,9 y un 67,4% y un coeficiente de variación de un 4,3%. Es una importante fuente de proteína indegradable en raciones de rumiantes. Las proporciones de proteína soluble y degradable sobre proteína total son relativamente bajas (4 y 30%, respectivamente) y la digestibilidad intestinal de la proteína indegradable es muy alta (90%). La proteína del gluten tiene una concentración aceptable de metionina y treonina, pero es muy deficiente en lisina y triptófano.
La concentración de almidón en el gluten 60 depende del proceso de separación. El valor medio observado es del 17% pero oscila entre partidas. Dado que es un producto que recibe procesado térmico, la proporción de almidón fermentable en el rumen es alta (85%), muy superior a la del almidón del maíz molido. El contenido en hidratos de carbono estructurales es bajo (6% FND), al igual que la proporción de fibra efectiva (33%). Por otra parte, el grado de lignificación de la pared celular es muy bajo (0,4%).
El gluten 60 es muy deficitario en casi todos los minerales esenciales. El contenido medio en grasa es de un 2,7%, existiendo una oscilación entre el 1,5 y el 4,2%. Al igual que ocurre con el maíz, la grasa es muy insaturada con un alto contenido en ácido linoleico (1,2%). Tiene además un contenido apreciable de xantofilas (entre 200 y 300 ppm), con una alta proporción de zeaxantina, por lo que tiene un interés añadido en dietas para ponedoras y pollos de alta pigmentación.
Su valor energético es alto en todas las especies, como consecuencia de la elevada digestibilidad de la mayor parte de sus componentes. La principal limitación nutritiva del uso de gluten 60 radica en el desequilibrio en su composición en aminoácidos esenciales. Su empleo en vacas de alta producción tiene interés por su alta concentración de proteína indegradable de elevada digestibilidad intestinal. No obstante, los aportes se limitan a 1-2 kg/d. Las cantidades más bajas estarían recomendadas cuando el forraje de la ración sea el ensilado de maíz y el principal cereal del concentrado sea este mismo grano, ya que en estas condiciones existe un alto riesgo de deficiencia en lisina y/o triptófano en la ración global. Niveles más altos pueden suministrarse en combinación con otros forrajes y con concentrados ricos en lisina, como derivados de soja o harina de pescado.
En el control de calidad se debe vigilar que la humedad final del producto no sea superior a un 12% para evitar problemas de manejo una vez almacenado. Es deseable un color amarillo anaranjado, ya que un color más oscuro puede indicar un secado inapropiado. El control de laboratorio, debe incluir como mínimo el análisis del contenido en proteína y, cuando sea de interés, el de xantofilas.