El arroz (Oryza sativa) es originario de las regiones tropicales pero hoy día se cultiva en todo el mundo. China e India producen más del 60% del total mundial. España, con aproximadamente 0,9 millones de Tm es el segundo productor, tras Italia, de la UE. Su uso fundamental es para la alimentación humana pero a menudo se destinan a animales los granos partidos y los excesos coyunturales. El arroz se almacena entero (arroz vestido), acompañado de su cutícula que le sirve de protección. Durante el proceso de molienda se retira la cascarilla (aproximadamente el 20% del peso del grano sin pelar) que es muy rica en sílice y lignina, y normalmente va contaminada con tierra. El resto se denomina arroz moreno que es poco estable debido a la falta de protección y a la alta insaturación de la grasa. Otro 8 a 10% del peso inicial se elimina durante el proceso de elaboración del arroz para el consumo humano (7% de salvado y 2% cilindro de arroz) y el resto (72% del peso inicial) es lo que se denomina arroz blanco o pulido. Un 14% del peso inicial corresponde a granos partidos y sólo un 58% del producto original se utiliza para alimentación humana.
El arroz pulido es el cereal más rico en almidón, en torno al 70%. Su endospermo se caracteriza por ser a la vez duro y vítreo, por lo que la temperatura de gelatinización del almidón es elevada (70ºC) y su degradabilidad ruminal relativamente reducida (82%). Su contenido en proteína es bajo (7,5%) pero tiene un nivel aceptable en lisina (3,8%) con una digestibilidad elevada tanto en aves como en porcino. Su contenido en cenizas es muy escaso y su aporte en macrominerales prácticamente despreciable. Asimismo, su contenido en vitaminas es muy bajo.
El arroz original es rico en aceite que a su vez es rico en vitamina E. Este aceite tiene un alto contenido en ácido linoleico por lo que se enrancia muy fácilmente. De aquí que la fracción grasa del arroz se elimine y que el grano comercial contenga cantidades mínimas de grasa (<1,0%).
El contenido en energía del grano de arroz es elevado en todas las especies animales, debido a su alto contenido en almidón y a la ausencia de factores antinutricionales. Su valor energético puede incrementarse entre un 3 y un 5% en rumiantes y monogástricos jóvenes mediante tratamiento térmico.
El uso de arroz en dietas para animales viene limitado por su alto precio, excepto en el caso de perros y otros animales de compañía. En perros y lechones se utiliza procesado térmicamente por su efecto beneficioso sobre la salud intestinal y la consistencia de las heces, tendiendo a reducir la severidad de los procesos entéricos de tipo patógeno.