La camelina (Camelina sativa), también denominada falso lino, es una oleaginosa de la familia de las Brassicaceae. Se cultiva en Europa desde el Neolítico como alimento para consumo humano y animal, así como para otros usos (elaboración de jabones, pinturas, aceite de lámparas, etc.). Es un cultivo anual de invierno para zonas templadas, muy rústico por su resistencia a la sequía y a las heladas y por requerir pocas labores y tratamientos frente a las malas hierbas. Su productividad es escasa (1500-3000 kg/ha). La semilla es pequeña, redondeada y anaranjada y tiene un contenido en aceite comprendido entre un 30 y un 40%. En los últimos años ha adquirido interés en Norte América y en Europa por el elevado contenido de su aceite en ácidos grasos n-3 (linolénico) y por su uso potencial para la producción de biodiesel para aviación de origen renovable.
Al igual que otras plantas de la familia, la camelina contiene diversos factores antinutritivos. La variabilidad de su concentración en la torta de camelina ha sido estudiada por Matthäus y Zubr (2000). El contenido total en glucosinolatos de la Camelina sativa, oscila entre 13,2 y 36,2 µmol/g (Matthäus y Zubr, 2000; Ryhänen et al., 2007; Colombini et al., 2013; Almeida et al., 2013; Pekel et al., 2015), con un contenido medio en torno a 24 µmol/g. Este contenido es más del doble que el valor promedio en las variedades de colza doble cero. A diferencia de otras especies de Brassica, los principales glucosinolatos de la semilla tienen largas cadenas alifáticas cómo (R)-10- metilsulfinil-decilglucosinolato (glucocamelinina), que es el principal componente (62-72 %, Schuster y Friedt, 1998). Otros glucosinolatos importantes son (R)-11- metil-sulfinilnonil-glucosinolato, (R)-9-metil-sulfinil-nonil-glucosinolato y sinapina (cuatro veces menos que en la colza según Matthäus y Zubr, 2000) y sinalbina. Los glucosinolatos presentes en la camelina son diferentes de los que mayoritariamente se encuentran en la colza que son progoitrina y epigoitrina seguidos por gluconapina y glucobrassicanapina. La toxicidad de los glucosinolatos en los animales se ha asociado con la formación de compuestos como tiocianatos, oxazolidinetionas y nitrilos, producidos por hidrólisis enzimática. Estos compuestos interfieren con la absorción del iodo y la síntesis de hormonas tiroideas y producen problemas reproductivos y de crecimiento a la vez que limitan la productividad. Su presencia en la dieta tiene también importancia porque reduce la palatibilidad, sobre todo en aves, peces y cerdos. Diferentes ensayos han mostrado una disminución del consumo y del crecimiento a niveles de suplementación con torta de camelina por encima del 5% tanto en pollos (Ryhännen et al., 2007; Pekel et al., 2009) como en pavos (Frame et al., 2007). El ácido erúcico (22:1, cis), difícilmente metabolizable, está también presente a niveles de un 4-5% junto a otros ácidos grasos de cadena larga, como el ácido gadolínico (20:1, cis). El contenido en sinapina que afecta negativamente a la calidad del huevo (sabor a pescado) oscila entre 2 y 4 mg/kg y el de taninos, que disminuyen la digestibilidad de la proteína, entre 1 y 2 mg/g. En la UE, la semilla de camelina ha pasado de ser considerada desde un punto de vista legal una semilla contaminante (Directiva 2002/32/CE) a ser una materia prima para la alimentación animal cuyos derivados, como ella misma, tienen fijado un límite máximo de esencia volátil de mostaza de 4000 mg/kg, como la colza, y que está regulado en el Reglamento 1275/2013. Además, a solicitud de las autoridades el operador responsable de la puesta en el mercado debe realizar un análisis para demostrar que el contenido total de glucosinolatos es inferior a 30 µmol/g, lo que se puede tomar como un contenido máximo en cada partida de este ingrediente.
La mayor parte de la información nutritiva actual sobre este ingrediente corresponde a la torta expeller de la semilla, no existiendo por el momento datos de origen nacional. La que se resume en la ficha procede de 11 trabajos de investigación publicados en los últimos años (Acamovic et al., 1999; Almeida et al., 2013; Aziza et al., 2013; Colombini et al., 2014; Frame et al., 2007; Hurtaud y Peyraud, 2007; Kahindi et al., 2014; Kakani et al., 2012; Pekel et al., 2009 y 2015; Ryhännen et al., 2007). Algunos de ellos proporcionan también datos sobre su valor energético y proteico que ha sido utilizada junto con estimaciones propias en la elaboración de la ficha. De los datos de la ficha se deduce que este ingrediente tiene un elevado valor proteico y energético (excepto en aves). Al igual que la torta de colza expeller, la de camelina tiene un contenido apreciable en FND (25%), aunque poco lignificada, y una concentración elevada de proteína bruta (33,9% como media). Su perfil de aminoácidos es similar al de la colza, pero su digestibilidad es un poco inferior, lo que se ha relacionado con la presencia de inhibidores de la tripsina (12,1 UIT/mg, Almeida et al., 2013). En cambio, la proporción de proteína ligada a FND y FAD es relativamente reducido (13,2 y 7% sobre PB total, respectivamente; Colombini et al., 2014). El contenido en grasa es relevante (13,6% como media de los trabajos revisados) aunque muy variable (entre un 8 y un 18%). Su principal característica es una elevada proporción de ácido linolénico (alrededor de un tercio del total de ácidos grasos), por lo que niveles elevados pueden dar lugar a grasa blanda y enranciable. La torta expeller de camelina ha sido utilizada para enriquecer en C18 n-3 tanto los huevos (Kakani et al., 2012; Aziza et al., 2013) como la carne de pollo (Ryhännen et al., 2007) y de conejo (Peiretti et al., 2007). Además, contiene una elevada concentración de ?-tocoferol (1100 ppm), lo que puede resultar en una mayor capacidad antioxidante en productos de animales que la consuman. Al igual que otras grasas poli-insaturadas, su uso resulta en cambios notables en la composición de la leche de rumiantes (menor contenido en grasa, menor concentración de AG saturados sintetizados de novo y mayor proporción de AG trans y ácido linoleico conjugado (CLA; Hurtaud y Peyraud, 2007). La torta se caracteriza por un bajo contenido en Ca, Na y Mg, pero alto en P, si bien una parte importante de éste (alrededor de 2/3) se encuentra en forma de fósforo fítico.
Su cultivo en España se inició de forma significativa en 2012. En el mercado se encuentran disponibles varios co-productos de la camelina, como la harina extraída con presión y solventes o la cascarilla que se obtiene durante el descascarillado y limpieza del grano; ésta última es un concentrado fibroso aunque también aporta una pequeña cantidad de proteína y grasa del endospermo que queda adherido. A partir de los valores asignados para la torta expeller se ha elaborado una ficha adicional para la harina de camelina de origen nacional.