El haba caballar (Vicia faba equina) utilizada en alimentación animal procede de variedades de flores coloreadas o de flores blancas. Las primeras son más productivas, y más resistentes a enfermedades. Sin embargo, las segundas tienen un mayor valor nutritivo. La composición del cuadro adjunto se refiere a variedades de habas caballares de flores blancas.
Las habas contienen diversos factores antinutritivos. En la cascarilla de variedades de flores coloreadas se encuentran concentraciones de taninos condensados del orden del 0,60% del peso total del grano. Las variedades de flores blancas tienen en cambio un contenido mucho más bajo (0,06%). También hay un nivel apreciable de factores termolábiles como lectinas (25-100 UI/mg) y factores antitrípsicos concentrados en la cáscara (entre 0,2 y 3,9 mg TI/g PB). También es importante nutricionalmente su contenido en vicina (0,5-0,6%) y convicina (0,2-0,3%), dos productos termoestables presentes exclusivamente en los cotiledones de las habas que a niveles altos peuden causar anemias hemolíticas (fovismo en humanos) y que limitan su uso en avicultura de puesta al afectar negativamente a la calidad del huevo (peso, membrana de la yema, incidencia de manchas de sangre) y a su incubabilidad. Sin embargo, la calidad del albumen tiende a aumentar con la adición de habas al pienso.
La fracción proteica de las habas (25% de PB) es rica en lisina, pero deficitaria en aminoácidos azufrados y triptófano. Al igual que en el guisante, las proporciones de proteína soluble y degradable en el rumen son bastante elevadas. Las habas tienen un bajo contenido en grasa (1%) bastante insaturada (50% de ácido linoleico). La fracción hidrocarbonada de las habas incluye un elevado porcentaje de almidón, altamente digestible en todas las especies (pero de digestión y absorción lenta), un 13-14% de pared celular poco lignificada, un 3% de azúcares y un 5,4% de oligosacáridos (rafinosa, estaquiosa y verbascosa) fácilmente digestibles por vía microbiana, pero no hidrolizables por los enzimas digestivos del animal. Su valor energético es, por tanto, elevado en rumiantes, bastante alto en porcino y conejos y más bajo en aves.
Su contenido en minerales es globalmente bajo, especialmente en calcio, sodio, cloro y magnesio. El nivel de fósforo es aceptable, pero una elevada proporción (50%) se encuentra en forma de fitatos, por lo que resulta poco utilizable en monogástricos.
Las habas son un ingrediente muy palatable en piensos de rumiantes. Por su elevado contenido en proteína y fósforo son un buen complemento de los granos de cereales. La protección con formaldehido o el procesado por calor reducen la degradabilidad de la proteína pero a niveles altos de utilización empeoran el equilibrio de aminoácidos esenciales absorbidos en el intestino delgado.
Como consecuencia de su mayor contenido en factores antinutritivos, sus niveles de utilización práctica son inferiores a los del guisante en piensos de monogástricos. En avicultura de puesta no es recomendable su inclusión en el pienso. El tratamiento por calor (granulación, autoclave o extrusión), aumenta su valor energético al inactivar los factores antinutritivos termolábiles. En pollos esta mejora es del orden de un 10%.
El decorticado de las variedades de flores coloreadas permite elevar su contenido en proteína y almidón en 4 y 3 unidades porcentuales, respectivamente. Además al eliminar su contenido en taninos, la digestibilidad de los aminoácidos aumenta en un 5-7%. El valor energético en conjunto del grano decorticado se incrementa en alrededor de un 15%. Sin embargo, el proceso es costoso y de escasa utilidad práctica en la actualidad.
Reegresiones de predicción del valor nutritivo Lisina (g/kg MS) = 4,65 + 0,0494 PB (g/kg MS) (ITP, 1992) |