La bellota es el fruto de los árboles del género Quercus. Los más abundantes en España son Q. ilex (encina), Q. suber (alcornoque), Q. faginea (quejigo), Q. pirenaica (rebollo), Q. coccifera (coscoja) y Q. robur (roble). Los dos primeros son, a su vez, los más frecuentes en las zonas de dehesa mediterránea, ocupando en la actualidad en España una superficie del orden de 3,5 millones de hectáreas de las cuales se estima que sólo 2,0 millones tienen calidad y estructura suficiente para ser utilizadas para montanera. La densidad de árboles en estas áreas está generalmente comprendida entre los 25 y 40 por hectárea, y su producción anual se estima en unos 10-15 kg/árbol, aunque es sumamente variable en función del clima, la edad del árbol o de su sistema de poda. Esta producción se concentra en los meses de otoño-invierno y se aprovecha generalmente de forma extensiva (pastoreo directo) por ganado porcino y rumiantes. La composición de las bellotas varía considerablemente de unos géneros de Quercus a otros y a lo largo del periodo de montanera. A medida que transcurre este periodo, el contenido en extracto etéreo, azúcares y almidón aumenta, mientras que el de taninos disminuye. La composición que se adjunta en las fichas corresponde a bellotas de encina maduras enteras y decorticadas. Debe tenerse en cuenta que las de alcornoque suelen contener algo más de proteína y menos de fibra y grasa que las de encina.
La bellota verde decorticada contiene alrededor de un 40% de humedad y sus principales componentes son almidón (61% sss) y azúcares (glucosa y sacarosa, 5,2% sss) fácilmente degradables en el rumen. Tiene un apreciable contenido en fibra, bastante lignificada, como consecuencia de que alrededor del 25% en peso del fruto corresponde a la cáscara. La harina decorticada contiene un 50% menos de fibra que la entera. Parte del contenido en lignina, corresponde a taninos. El contenido en taninos, en su mayor parte hidrolizables, está en torno al 3% de la bellota fresca y su presencia da supone un sabor amargo al fruto, que no afecta al consumo ya que los cerdos ibéricos en montanera descascaran la semilla previamente a su ingestión. Estos animales son capaces de ganar unos 65 kg (desde los 100 hasta los 165 kg de peso) en tres meses con una dieta basada en bellotas y hierba verde. También las ovejas, y en menor grado el ganado vacuno extensivo, son capaces de consumir cantidades apreciables del fruto sin decorticar.
Las bellotas son deficitarias en proteína. Contienen alrededor de un 5% sss, de la que un 39% es soluble y un 65% degradable en el rumen. Aproximadamente una cuarta parte se encuentra ligada a la pared celular, lo que unido a la presencia de taninos reduce su digestibilidad en especies no rumiantes.